domingo, 29 de julio de 2012

Casualidad.

{ Casualidad. }
Los que nunca debieron encontrarse.

El había perdido a muchas personas importantes a lo largo de su vida y había sido abandonado por otras tantas. Primero sus padres, sus padrastros, alguna novia y finalmente su amigo.


Ella había nacido en la luz, cuidada, respetada, pero sobre todo amada. Eso había cambiando demasiado, de la luz paso a la mas grande oscuridad siendo tan solo una infante.


Ellos comprendían lo que significaba perder a alguien que querido. Conocían el precio de la soledad, sabían lo que era sentir el odio y el enojo hasta lo mas profundo de sus huesos.



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Debía de admitirlo, había sido completamente estúpido hacer un viaje a una cuidad desconocida, completamente sola, pero simplemente no podía estar mas en su casa, no como estaban las cosas. Recordaba como la noche anterior en un ataque de furia había metido la mayoría de sus pertenencias en una maleta solo para salir una hora después a tomar el primer vuelo disponible.

No le gustaba estar sola, nunca le había gustado y sin embargo se encontraba ahí en el parque de la cuidad con una multitud de desconocidos.
-A veces pienso que no puedo ser mas estúpida.-Se dijo a si misma mientras buscaba una banca libre donde sentarse, se sacudió su larga melena, lacia y negra, era un gesto que detestaba y sin embargo lo hacia cada que algo la preocupaba de verdad. No tardo mucho en encontrar una banca vacía, se acerco y se sentó en ella. Pensó que ahora que estaba sola podía reflexionar sobre su vida.

Pero no había mucho que pensar, su madre no había estado presente desde que ella tenia tres años y aunque su padre se preocupara por ella no eran tan cercanos. Tenia familia a la que no conocía y no tenia ningún amigo o amiga, siempre había sido ella contra el mundo, ella y solo ella. Sentía una presión en su corazón y las preguntas llenaron su mente. ¿Como lo has logrado? ¿Como has podido vivir sola? ¿Como?, trato de tranquilizarse, no era sensato ponerse a llorar en medio de un parque, pero no podía evitarlo y tan rápido como lo pensó, las lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos color avellana. -Estoy sola...-Se dijo a si misma en voz alta, mientras veía como una familia paseaba a dalmata frente a ella, uno de esos lujos que ella jamas tendría. Se seco las lagrimas con la manga de su gabardina amarilla y miro a su alrededor por un buen rato.-

-¿Te sucede algo?-Pregunto un joven no mayor de veintiséis años, tenia el cabello corto y negro, la piel blanca y los ojos café oscuro, vestía de manera sencilla, un saco gris, camisa blanca, pantalones negros y zapatos del mismo color.-Te he preguntado si te sucede algo.-

-Perdón, no pensé que me estuvieras hablando a mi.-Se excuso la castaña de la manera mas amable.-Si, abandone mi casa...-¿Porque se lo contaba a un desconocido? Y bueno, realmente no había abandonado su casa, simplemente no regresaría a ella en mucho tiempo.

-Vaya, lo siento...Pero tus razones has de tener.-Su tono de voz era firme y calmado aunque amable.-¿Puedo sentarme?-El joven no espero a que ella respondiera, simplemente se sentó a su lado.

-Tengo buenas razones, en mi hogar se respira la soledad, no hay nadie...Mis padres...Ellos jamas han estado.-Dijo finalmente agachando la cabeza.-Debes pensar que soy estúpida...Yo igual lo pienso.-

-Yo tambien perdí a mis padres, cuando era pequeño. Después mis padrastros no soportaron el hecho de que...-Comenzó a relatar el joven quien ahora recargaba los codos sobre sus rodillas, su mirada era ausente y a decir verdad se sorprendió cuando la chica comenzó a hablar.

-No pudieras olvidar el pasado y seguir adelante, lo que las personas no entienden es que hay veces en que las personas...-Ella no compredia como el estaba describiendo su situación, ambos estaban en las mismas, solos, sin nadie...

-Sienten el enojo hasta el fondo de su corazón, encarnado en sus huesos, porque el pasado no se puede olvidar, no se puedes fingir que nada paso.-Lo entendía, no era el único que estaba solo, no era el único que cargaba con un pasado sobre sus hombros. Ahí estaba esas chica de unos diecisiete años, con los ojos rojos y las mangas de la gabardina sucias de tanto ser usadas como pañuelo, ella...Ella sabia lo que era caer en un abismo.

-Me llamo Maná, Maná Archer.-Dijo ella con una semi sonrisa a la vez que le extendía la mano al joven para que se la estrechara, ella no podía explicar cuan afortunada se sentía de que alguien entendiera su disputa interna.

-Mucho gusto señorita Archer.-Contesto el chico respondiendole al gesto, sus manos estuvieron estrechadas apenas unos segundos, antes de que sonara el móvil de el, contesto el aparato y puso un semblante serio antes de colgar.-Lo siento Maná, ha sido un placer conocerte, pero tengo que marcharme el trabajo me llama. Mi nombre es John Blake.-Dijo levantándose del asiento y comenzando a caminar por donde había llegado, ya había avanzado unos metros cuando se giro.-¿Que tal si nos vemos aquí mañana? A la misma hora, te estaré esperando, por cierto...Bienvenida a Gotham City.-

Ella tan solo sonrió, después de todo parece que hacer un viaje improvisado no había sido tan mala idea. Vio como anochecía y decidió que ya era hora de regresar a su hotel, se levanto y acomodo la gabardina antes de ver el lugar donde había hablado con el chico.

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Okey, matenme pero no podía evitarlo, desde hace tiempo quería hacer un crossover y que mejor que con Batman {Uno de mis superheroes favoritos} , bueno John Blake, vale, vale, eso no significa que se hable de el en toda la historia, de hecho creo que esta sera su única aparicion, en fin. Insisto, Maná tiene una vida fuera de lo común .-. Lo que sea, no se porque, pero amo esta rara amistad(?)

Ahora, la canción que escuchaba mientras escribia esto xD


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